La calle trizste

Écrits de Jack Vanarsky

2006 JACK VANARSKY

Remonto Mala Strana, rumbo al castillo. Camino por Nerudova, recordando que leí hace mucho, cuando era un chico, los cuentos de Jan Neruda, que yo había descubierto porque el chileno Neftali Reyes había adoptado ese apellido como seudónimo. Pronto mis pasos derivan, se pierden en pasajes. Ando ahora por otra calle. Una placa me indica su nombre Trizste. ¡Una calle triste! Mi acento argentino la dice así ¡Y qué bien se acomoda con mi ánimo! Acabo de instalar una exposición mía que acompaña el simposio de la Bienal Kafka- Borges, en Praga. Mis obras están bien presentadas en el hermoso Museo Kampa y por las ventanas de mi sala entra la imagen de los barcos que navegan por el Vitava. Mis esculturas animadas se encuentran bien frente a un río que fluye. Pero terminado el trabajo, sufro de un acceso de melancolía. 
Como, según el adagio, después del amor anima triste post coitum.
La calle Trizste. Una calle triste en la ciudad de Kafka (después me enteraré que el escritor vivió un tiempo allí mismo, en un ala del Palacio Schonborn y fue allí donde por primera vez vomitó sangre). No puedo no recordar Triste-le-Roy, ese lugar – una quinta – del que habla Borges en uno de sus cuentos, La muerte y la brújula.

Sucede en una ciudad no identificada pero fácilmente reconocible, aunque los lugares se vistan de nombres en francés : Hôtel du Nord, rue de Toulon, Triste-le-Roy. El héroe es un detective, Erik Loonrot, que indaga sobre una serie de crímenes planificada con precisión matemática. Ella conduce ineluctablemente a la muerte del que descifra. Fuera del Triste en francés y mayúscula hay en el cuento un « jardín triste », « una tristeza impersonal » de Loonrot y una « tristeza » del « tamaño del Universo » de su enemigo mortal.
(…)
Así se teje la trama en la que en mí, lector, se mezclan dos mundos de escritores que van coloreando el mundo en el que ando.
(…)
Cuando fui invitado a participar con obras en la Bienal Kafka-Borges, ya había construido un Cuarto de Kafka (del que mostré fragmentos) y algunos libros (esculturas) relacionados con Borges. Unas manos apoyadas sobre un bastón, en vías de realización, se volvieron, gracias a una noche de insomnio, las del escritor ciego. Su retrato sobre un espejo es el igual al de Kafka reflejado en una ventana por la que mira una calle oscura.

13 octobre 2008. Écrit inédit de Jack Vanarsky
© Atelier Jack Vanarsky

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